Rey
suevo de la
Gallaecia (584-585). Asesinó a
Eborico y tras casarse por la fuerza con su madre, se proclamó rey. El rey visogodo
Leovigildo usó este asesinato como excusa para intervenir nuevamente en el reino suevo. Depuso a
Andeca y le envió a un monasterio. En ese momento surgió un pretendiente,
Malarico que no pudo evitar la adesión del reino suevo al reino visigodo.